DISCRETO, SIN LEVANTAR LA VOZ...

Han pasado casi dos meses desde el fallecimiento de mi abuelo y hasta hoy no me he atrevido a dedicarle unas palabras en este humilde blog a quien fuera para mi padre, amigo, maestro... además de abuelo. 

Debo dar las gracias a Don Guille por las palabras que ha dedicado a la memoria de mi abuelo en el libro de San Isidro de este año 2017 las cuales transcribiré debido a que son las mas sinceras y las que describen a la perfección la personalidad de mi difunto abuelo.

Falleció en Salamanca el 24 de marzo de 2017 a los 82 años. Hijo de Luis Gonzaga y Piedad, hermano de Pedro. Casado con María Cristina en 1962. Padre de Maripi y abuelo de José Javier y Luis Alberto.

El cierzo frío y taimado de la muerte nos llevo de forma inesperada a Emilio en el recodo de una engañosa primavera, cuando verdegueaban con fuerza los sembrados. En un mismo día se produjo el milagro de la sementera y la recolección. Sembramos su cuerpo en el camposanto de El Candenal para que Dios recogiera al mismo tiempo la cosecha de su vida y de su alma. A solo tres semanas de la Pascua anual, Pascua Florida, Pascua de Resurrección, Emilio adelantó su Pascua definitiva, su paso a la vida eterna con Dios Padre.

A nosotros se nos quedó el alma baldía, aunque la fe y la esperanza abonaran nuestra desolación en la Eucaristía que celebramos en su despedida con dolor sereno y con un silencio y sentimiento profundos.

La Palabra de Dios vino a alimentar nuestra orfandad por su muerte: 

Florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Retoñará como el trigo, florecerá como la viña. De mi proceden sus frutos. Rectos son los caminos del Señor; los justos andan por ellos. 

Jesús le dijo: "No estás lejos en el reino de Dios"

Las Afueras del Sur, la carretera de Vitigudino, el camino de Boadilla, el hastial cálido del corral de su abuelo Epifanio, eran su territorio, su habitat fundamental. Su compañera inseparable la bicicleta en la que recorría el pueblo haciendo los "recaos" que le encomendaba Cristi, transitando los caminos y disfrutando al observar el color de los trigos, el crecer de la hierba, el lustre de las vacas, el aspecto de los cielos, el azul purísima de la La Peña de Francia. Porque Emilio "Moreno" como familiarmente le llamábamos era agricultor por los cuatro costados y llevaba en su interior el tempero y la experiencia de las familias labradoras de más abolengo de La Fuente de San Esteban.

Discreto sin levantar la voz, preocupado por la gente, los vecinos, el acontecer del pueblo, lleno de vivencias y recuerdos, era también Emilio un pozo de sabiduría, en el que no había mas que sentarse en su brocal y meter en el la herrada de la la curiosidad para sacarla llena de datos, noticias y anécdotas de otros tiempos. Me impresionó al visitarlo en el hospital, dos días antes de su fallecimiento, que, cuando me vio, lo primero que hizo fue mirarme agradecido y preguntarme ¿como está Julian? En la situación de gravedad en que se encontraba sentía preocupación sincera por los demás en concreto por Julianin (DEP).

Cofrade del Santísimo, participaba todos los domingos y festivos en la misa dominical y en la Minerva de cada tercer domingo de mes.

Con su hermano Pedro cofrades mas antiguos de la Cofradía del Santísimo, junto con Ilidio Sánchez (DEP)

Aunque te hayas ido, Emilio, el halo de tu persona y el aroma campero que te envolvían seguirán flotando por las Afueras del Sur, la carretera de Viti, el camino de Boadilla, el camino de Muñoz y por el barrio mas labrador de La Fuente de San Esteban.

Creo firmemente que no existen palabras mas bellas y con mas sentimiento que las expresadas anteriormente para describir a mi abuelo, desde aquí daros las gracias a todas las personas que con vuestros mensajes, llamadas, visitas... hacéis que poco a poco vayamos llevándolo.